Por Víctor M. Cando
Sea del carácter que sea, viene dada por una mala adaptación al entrenamiento o ejercicio. El músculo es la parte contráctil de la articulación, el que facilita la abducción o aducción de la articulación. El músculo no tiene «elasticidad» cuando estiramos o practicamos esta cualidad; es el tendón el que gana elasticidad. también tenemos que tener presente que el músculo tiene la capacidad de evolucionar más rápidamente que el tendón, se hipertrofia más rápido y se recupera más rápido de los esfuerzos y traumatismos creados por el trabajo físico, quedando, de este modo, el tendón en desventaja ante un exceso de trabajo físico.
Cuando empezamos a entrenar, sea en la modalidad que sea, si entrenamos más intensamente de lo que el cuerpo puede soportar, empezara a dar señales de dolor. El proceso inflamatorio ha comenzado.
Ésto viene agravado si se dispara con una empuñadura anatómica, que aunque facilita el agarre de la mano, fuerza aun más la posición de la muñeca, extendiéndola y obligando a trabajar más los músculos y por lo tanto el tendón.
A todo esto, tenemos que sumar una mala alimentación, alcohol, tabaco, todos los números para favorecer un proceso inflamatorio; por si ya fuera poco el problema, lo alimentamos. Un modo de poner remedio es reposo, y frío varias veces al día para facilitar desinflamar la zona. Deberíamos estirar progresivamente, entrenar la musculatura periférica para descargar la tensión en la zona. Realizar una correcta postura de tiro. También podemos ayudarnos tomando productos específicos para la inflamación, como la yuca, el sulfato de glucosamina, el msm, el arpagofito, la vitamina C, etc. Aplicando masajes y frio podemos facilitar la recuperación. Un tratamiento de ultrasonidos también podría acortar la recuperación. Como siempre, una combinación de entrenamiento y alimentación correcta nos llevará a disfrutar más y sufrir menos lesiones. |